¿Es legal bajar la potencia eléctrica a un inquilino moroso?

Daniel Rodriguez Díaz
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Tener un inquilino moroso es una de las situaciones más frustrantes para cualquier propietario. Y, en medio del estrés, muchos se plantean medidas alternativas para presionar, como reducir la potencia eléctrica de la vivienda.

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Pero, ¿realmente es legal hacerlo? ¿Qué consecuencias puede acarrear? Vamos a analizarlo con claridad porque, en estos casos, actuar sin conocer bien la legalidad puede complicarte mucho más la situación.

Marco legal sobre la reducción de potencia eléctrica

La reducción de potencia eléctrica parece, a primera vista, una solución rápida para incomodar al inquilino y motivarlo a pagar. Sin embargo, esta práctica puede tener graves implicaciones legales.

Según la legislación española, cualquier acción destinada a coaccionar a alguien para que abandone un inmueble o para que cumpla una obligación económica puede ser considerada coacción (artículo 172 del Código Penal). Reducir la potencia o cortar el suministro eléctrico sin seguir el procedimiento legal adecuado podría ser interpretado como un acto de presión ilícita.

Además, en contratos de arrendamiento donde el suministro eléctrico está incluido como parte de la vivienda alquilada, alterar unilateralmente las condiciones supone un incumplimiento contractual por parte del propietario.

La única excepción sería si el propietario es titular del contrato de suministro y se realiza la reducción de potencia de forma justificada (por ejemplo, cuando el inquilino ha abandonado la vivienda o con autorización judicial). Aun así, siempre es recomendable actuar de forma prudente y consultar asesoramiento legal.

Procedimiento para modificar la potencia contratada

Si, tras valorar los riesgos, decides seguir adelante con la idea de ajustar la potencia eléctrica, debes saber que existen unos pasos formales a seguir. Eso sí, solo podrás solicitar esta modificación si eres el titular del contrato de suministro.

El procedimiento habitual incluye:

  1. Contactar con la compañía eléctrica: Debes llamar o enviar una solicitud a la distribuidora indicando tu deseo de reducir la potencia contratada.
  2. Facilitar datos: Te pedirán acreditar que eres el titular del contrato, presentar tu DNI, referencia del suministro (CUPS) y datos de la vivienda.
  3. Asumir los costes: Reducir la potencia implica el pago de ciertos cargos administrativos (normalmente entre 9 y 11 euros más IVA).
  4. Aceptar plazos de ejecución: La reducción no es inmediata. Puede tardar entre 5 y 15 días hábiles, dependiendo de la distribuidora.

Es importante recordar que bajar la potencia a un nivel muy bajo puede afectar también a futuros inquilinos y generarte nuevos gastos si quieres volver a ampliarla.

Riesgos y consecuencias de reducir la potencia sin consentimiento

Reducir la potencia eléctrica sin el consentimiento del inquilino o sin respaldo legal puede volverse en tu contra. Vamos a ver por qué:

  • Acusaciones de coacción: El inquilino podría denunciar al propietario por intentar forzar su marcha de manera ilegal, lo que implica riesgos penales y multas importantes.
  • Indemnizaciones: Si el inquilino demuestra daños y perjuicios (por ejemplo, porque no pudo conservar alimentos o sufrió otros daños materiales), podrías tener que indemnizarle.
  • Nulidad de la medida: Incluso si reduces la potencia, la acción puede ser anulada judicialmente, obligándote a restablecer las condiciones originales del suministro.
  • Retrasos en el desahucio: Actuar fuera de la legalidad puede perjudicarte también en un posible procedimiento de desahucio, ya que el juez podría interpretar mala fe de tu parte.

Así que, aunque el enfado o la desesperación sean comprensibles, no conviene tomar decisiones precipitadas.

Alternativas legales frente a inquilinos morosos

Cuando tienes un inquilino moroso, existen vías legales mucho más seguras y efectivas que jugar con el suministro eléctrico:

  • Demanda de desahucio: Iniciar un procedimiento judicial de desahucio por falta de pago. Aunque puede tardar unos meses, es la vía más sólida para recuperar tu inmueble legalmente.
  • Reclamación judicial de deuda: Puedes reclamar judicialmente las rentas impagadas, incluso si el inquilino ya ha abandonado la vivienda.
  • Acuerdos extrajudiciales: En algunos casos, negociar un acuerdo amistoso puede ser más rápido y menos costoso que acudir a juicio.

Recuerda que utilizar el cauce legal siempre es más lento que actuar «por las malas», pero también es más seguro y evita sorpresas desagradables.

Consejos para prevenir situaciones de impago

La mejor forma de evitar problemas con inquilinos morosos es actuar con prevención. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

  • Pide garantías suficientes: Fianza, avales bancarios o seguros de impago. No escatimes en medidas preventivas.
  • Verifica la solvencia del inquilino: Solicita nóminas, contratos de trabajo o informes de solvencia antes de firmar.
  • Pon los suministros a nombre del inquilino: Así, cualquier impago en suministros afectará directamente al inquilino, y no al propietario.
  • Redacta un contrato claro: Deja bien reflejado quién es responsable de qué gastos y bajo qué condiciones.
  • Haz seguimientos periódicos: No esperes a acumular meses de impagos antes de actuar.

Una buena gestión desde el principio puede marcar la diferencia entre un alquiler tranquilo y uno lleno de complicaciones.

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